Continuamos nuestro camino hasta por fin llegar a Amsterdam! Desde que llegamos nos encontramos con las icónicas vistas de la ciudad, los canales y edificios con ventanas enormes. Inmediatamente quede enamorada con la arquitectura de este lugar. 

Durante la tarde hicimos un pequeño viaje de alrededor de 45 minutos de Amsterdam a Volendam, que es una ciudad portuaria de lo mas bonita del mundo. Todas las casitas tienen jardines hermosos llenos de flores de colores y algunas hasta tienen vista al mar. Aquí compramos pequeños souvenirs y comimos en uno de los restaurantes que estaban a la orilla del mar. Esta ciudad de verdad es una joya. 

De regreso a Amsterdam con el corazón más que contento, nos apuramos para explorar la ciudad antes de que anocheciera, caminamos por las callesitas llenas de restaurantes y tienditas, es súper difícil resistirse a todas las delicias que venden, sobre todo a los waffles con Nutella y fresa que venden, son deliciosos, seguimos nuestro camino para llegar a la Anne Frank Hius que era un lugar que todos queríamos visitar, hicimos una fila de al rededor de 2 horas y media pero la verdad lo vale.

El ultimo día durante la mañana desayunamos en un pequeños restaurante e hicimos una pequeña visita al museo de Heineken, fue bastante divertido haber visitado este lugar con amigos. 

Amsterdam es una ciudad bellísima a todas horas del día, tanto en la mañana como en la noche, la magia nunca se va. Fue muy triste dejar esta ciudad en tan poco tiempo, pero me llevo en mi corazón todos los momentos que pase aquí. Muchas gracias por leerme!

- Julieta